Bittersweet goodbyes

Going abroad is an exciting, once-in-a-lifetime opportunity.  Everyone always says that, but what they don't talk about is how difficult it is to leave your family, your friends, and your home, knowing you won't see them for a few months.  For most of my journey from North Carolina to Spain, I was terrified and upset.  Of course, I was excited too, but other emotions were certainly taking over my thought process. I've wanted to study abroad since I can remember.  I watched my older siblings do it and knew that one day, I just had to partake in this crazy, amazing adventure they all talked about.  Even so, I never really thought about what it would be like to be abroad.  I don't think most people do.  It's hard to believe that you're going to live in another country, potentially speaking a different language, for several months.  It almost feels like I'm a freshman in college again.  I never imagined what college would really be like.  For the first few weeks, it just feels like you're at camp and you'll be going home soon.  Then, you realize that you're not leaving for a while, and the homesickness sets in.  With more time, that too fades away and you start to embrace everything about being away at college.  Right now, I guess I'm in the "camp phase."  It's still hard to believe that I'm going to be here for four whole months!

To help with the potentially impending homesickness, I brought along some pictures of my family and pets that I can look at if I ever need to!

That being said, my fear started falling away when I was flying over Spain and began to realize what a truly beautiful country it is.  Here are some of the pictures from my flight over.  Look at the gorgeous mountains and little towns nestled in between them!

It's amazing and oddly surprising to be smacked in the face with the idea that there's an entire world out there outside of the small spaces that we inhabit every day.  And this semester, I have the unbelievable opportunity to explore the fascinating country of España!!!  YAY!

________________

Irse al extranjero es una oportunidad emocionante y de una vez en la vida.  Todos siempre lo dicen, pero lo que no se habla es la dificultad de dejar a su familia, sus amigos y su hogar, entiendo que no va a verlos por unos meses.  Durante la mayoría de mi viaje de Carolina de Norte a España, tenía terror y estaba alterada.  No obstante, estaba emocionada también, pero otras emociones ciertamente estaban dominando mi proceso del pensamiento.  He querido estudiar en otro país desde tengo memoria.  Miré a mis hermanos mayors cuando lo hicieron y sabía que un día, necesitaba participar en esta aventura loca y fantástica de que todos ellos hablaban.  Aun así, nunca pensé en que cómo sería ser a estar en el extranjero.  No creo que muchas personas lo hacen.  Es difícil creer que vivirás en otro país, posiblemente hablando otra idioma, por unos meses.  Casi siente como soy una estudiante de primer año otra vez.  Nunca imaginé cómo sería la universidad.  Durante las primeras semanas, siente como estás en un campamento del verano y vas a regresar a casa muy pronto.  Luego, te das cuenta de que no va a salir por algún tiempo, y la morriña comienza.  Con más tiempo, esto también se desvanece y empiezas abrazar a todo que viene con estar en la universidad.  Ahora, supongo que estoy en la "etapa del campamento de verano."  ¡Todavía es difícil creer que voy a estar aquí por cuatro meses enteros!

(foto)

Lo que se dice, mi miedo de empezó a disiparse mientras estaba yendo de avión por encima de España y estaba empezando a darme cuenta de la belleza de este país.  Tengo unos fotos de mi viaje en avión.  ¡Mira a las montañas y los pueblos que están enclavados en ellas!

(foto)

Es increíble y curiosamente sorprendente recibir un golpeo en la cara de la idea que hay un mundo entero afuera de los espacios pequeños en que vivimos cada día.  ¡¡¡Y este semestre, tengo la oportunidad increíble de explorar el país fascinante de España!!!  ¡YAY!